Resumen: Presenciamos hoy a un renacimiento en la valorización del ícono como objeto artístico o devocional y en el mundo son miles las personas que asisten entusiastas a talleres para aprender las técnicas tradicionales de su elaboración. Sin embargo, la historia moderna del ícono es un tema pendiente no solo por la falta de investigaciones específicas, sino por la ausencia de un marco metodológico adecuado para abordar la pregunta fundamental que está detrás de esta pasión contemporánea: ¿Es posible que una tradición antigua perviva dando lugar a una poética del presente, o se trata de un espejismo generado por la nostalgia de un pasado mejor? Este libro aborda con rigor y también belleza la historia del arte iconógrafico, el descubrimiento de su especificidad plástica a principios del siglo XX y su relación con el surgimiento de las vanguardias históricas. El autor se hace cargo de la necesidad de vincular la tradición teológica que encarna el ícono con la búsqueda de sentido de la civilización actual, si se quiere ver en el ícono una lengua plástica capaz de expresar la experiencia de fe de los creyentes.